Otros de los sitios donde me gusta perderme con bastante regularidad son las tiendas de papelería tremendamente fantasiosas. En Madrid no hay muchas, todo sea dicho. Aquí existen las papelerías modernas pero funcionales, aquellas que yo denomino las papelerías "corte inglés", donde te venden los marcadores en paquete de cinco, con 10% de descuento por consumo industrial.
Yo me refiero a otro concepto de papelería, aquellas únicas denominadas "papelerías hacia atrás". Me explico: Son aquellas papelerías que cuando entras vuelves a un estado anterior, cuando eras niño y te dejabas envolver por la magia de estas tiendas.
Esto me ha vuelto a pasar, pero no aquí, en Milano (una vez más, so sorry). La papelería se llama Rigadritto y responde a esas papelerías hacía atrás que tanto me gustan. Son como un pequeño break en la persona mayor que te has convertido. Os la recomiendo.
El dueño, una persona de unos sesenta largos, me regaló un lapiz para que lo llevara siempre en el monedero. Me dijo literalmente que me lo regalaba para que me acordase siempre de que no debería nunca avergonzarme de las cosas que me gustaban, por muy infantiles que fueran, que siempre cultivase la niña que llevo dentro.
Ahora cada vez que abro mi monedero me encuentro el diminuto lapiz rojo con corazones blancos y la promesa que le hice.
No creceré del todo, lo prometo.
2 comentarios:
BBIIEEEEEENNNNNNN!!!!! Dori cómo te echaba de menos..Yo tambien creo q los pequeños detalles y enccuentros son la sal de la vida.
A mi tambien me encantan las papelerias y su olor.
Barbarella
Gracias Barbarella! Me acordaré siempre de este señor de la papelería Riga dritto. Llevo su lapiz en mi monedero, te lo enseño este fin de semana.
Besitos pardiez!
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