One Dori of my own copyright! |
Yo no sé vosotros, pero yo después de pasarme el día salvando al mundo, solo tengo un poco de tiempo para mi misma cuando me espanzurro en la cama, a eso de las 23 horas. Ahí es cuando- en tiempo record- leo el periódico, me hago las uñas, me hidrato la cara, me masajeo las cutículas, wassapeo con los amigos y me dedico a mis hobbies (me refiero a esos de los que se puede hablar públicamente).
Así que por las noches, aprovecho y leo las instrucciones de mi nueva amiga lomográfica denominada Diana, que me he dado cuenta que tiene más potencial que mi Sardina en cuanto a esto de la luz, y la apertura de obsturador. Casi nada, vamos. A Sardina no le pienso poner los cuernos, Dios me libre! pero Diana me va a permitir algunos jueguecitos adicionales que Sardi por limitaciones lumínicas no me deja.
Ya las he presentado entre si, y se caen bien. Cada una tiene su puesto en mi corazón elástico, donde los haya.
Y ahora, yo y mis lomos, no los gráficos, sino los de carne que tengo a ambos lados de mi cintura, nos vamos a dormir.
Chin pun.