lunes, 20 de julio de 2009

People I like. Spaces that say so much.


Este arquitecto y diseñador industrial se llama Achille Castiglioni. Siempre me ha gustado mucho, específicamente en su faceta de diseñador. Lo que mas me gusta de sus diseños, son sus mesas de trabajo llamadas Leonardo y Bramante, esta última sale en la foto de abajo . Grandes mesas espaciosas con base de atril, como las que ha copiado y vulgarizado Ikea (yo, tengo una!). Mesas de trabajo que se convierten en el centro neurálgico de una habitación y que hablan muchísimo de las personas que trabajan en ellas.





Esta foto de aquí es su estudio. Yo creo que dice mucho de la persona, verdad? Nunca habeis pensado que las casas de las personas dicen mucho de ellas mismas? Especialmente los espacios de trabajo, las cocinas y los baños. Ahí es donde yo acumulo practicamente la información más relevante sobre sus dueños. Sin embargo, los salones o salas de estar así como las habitaciones, son los espacios donde encuentro menos información, porque curiosamente suelen ser lugares muy asepticos. Me atrevería a decir áun mas, los salones, al estar cara al público, mayoritariamente son los espacios donde las personas cumplen más con los requisitos de lo que se espera de este tipo de habitaciones. Nadie quiere arriesgarse en un espacio que normalmente es el primer sitio que suelen ver las personas ajenas a la casa.


Yo, si me dejan claro, encuentro más interesante ojear los detalles pequeños, porque tengo la ridícula teoría de que si quieres hacerte un croquis básico del alma de las personas, tienes que componerlo a partir de los objetos que se dejan encima de las mesas y aquellos que guardan en los cajones y gavetas de los muebles de sus casas.


No es que los espacios vacios o las casas sin objetos no me gusten, depende del caso, pero creo que a veces, responden a lo que sus dueños llevan dentro, y en muchos casos lo que llevan dentro no suele ser bueno ni para ellos ni para los de su alrededor. Yo en esos casos, siempre me acuerdo del personaje de Matteo en la película La mejor juventud. Menos mal, que lo mejor de Matteo fue cuando se convirtió en Nicola.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Amelie, te veo muy suelta en interpretar el arte de la identificación de las casas con sus dueños. A mí me pasa lo mismo. Por ejemplo las casas que más me horrorizan son las casas-museo, donde todo es muy aseptico y está perfectamente colocado. Casi hay que entrar en ellas con unos patines con mopas para no dejar huella. Al fin y al cabo como decía Camen Martín Gaite el desorden controlado manifiesta "señales de vida" . Luego tambien me dice mucho en qué zona vive y cómo la gente: en el centro o en la periferia, en un piso o un chalet..
En fin merecería la pena hacer un estudio sociólogico del tema.
V.

Dori´s place dijo...

Uy! cuando quieras! Yo no puedo evitarlo, suelo prejuzgar (en el buen sentido) a las personas por lo que veo en su entorno más próximo. Pocas veces se contradicen los objetos que veo en las casas, con ciertas facetas del carácter de sus habitantes.

Por ejemplo, tu paragüero a la entrada de casa, que significa? QUe estas dispuesta a coger calle a la primera que puedas? eh pingo?

En este análisis me incluyo mismamente. De hecho me pregunto, porque no tengo fotos de nadie que tenga mi afecto, en casa? Eso seguro quiera decir algo. En fin, peluquín.

Anónimo dijo...

Amelie.. por fin he dado un sentido al paragüero de casa. Efectivamente, siempre hay que salir, si no es por una cosa es por otra y en una ciudad tan "superlluviosa" como Madrid el paraguas siempre tiene que estar a mano. Has desvelado un misterio que no me dejaba dormir durante días..
Y tú ¿Por qué tienes un conejo? ¿Es el de la suerte?
Bss
V.