domingo, 8 de marzo de 2009

Weegee´s nights




Aquí estoy de vuelta en el blog después de haber pasado lo que se viene diciendo una semana un poquito eclipsante, que prácticamente he pasado en cama con tripotera descomunal de estas que te dejan para el arrastre. Como diria mi amiga V. cuando acude a sus clases de Pilates y tiene que llamar a una grúa para que le levanten una pierna: "Si me muero que me entierren en mi pueblo", pues yo igual: estos días en cama atrapada entre edredones sudados, sorbitos de Aquarius y Primperanes he pensado en seria actitud  Drama Queen "Si me muero que me entierren en mi pueblo, con mi perro, con mi móvil y su cargador".  

Pero hete aquí que el Domingo ya me he sentido como una reina de estomago limpio y me he dicho a mi misma que ni un minuto más comiendo comida Poliespan, como diría Betty Mansilla. He saltado de la cama rauda y veloz, literalmente me he desincrustado del pijama, me he atusado los pelos, duchado a conciencia y pintado el ojo, que ni el de Cleopatra y Nefertiti juntas, y con la ya citada V. que se dirime trágicamente entre si morirse en clase de Pilates mientras la estiran como a un chicle o tontear con el profe en su agonía pilateica, hemos puesto rumbo a la exposición de fotografía de la Fundación Telefónica titulada "Weegee´s New York   (lógicamente V. ha llegado antes que yo porque se estira ahora mucho con el Pilates y está mas larga).

Resulta que este tal Weegee, era un experto en eso de la crónica fotoperiodística del Nueva York de los años 30 y 40 y pudo inmortalizar la agitada sociedad de aquella época. Lo que mas nos ha gustado es ese punto esperpéntico y naturalista de muchos de sus personajes que se pueden disfrutar en una exposición completísima, que solamente queda empañada por las hordas de visitantes que colapsan la vista de cada foto y mi falta de diez centímetros de altura adicional para poder remediarlo. (huelga decir que V. no ha tenido ese problema).

De vuelta a casa he podido reparar nuevamente en las anécdotas de esta ciudad. En el centro de Madrid hay una agencia matrimonial que curiosamente se llama Nazareth. No he podido por más que pensar que los matrimonios que salgan de esa agencia, como lleven el sello de calidad del matrimonio originario de Nazareth, deben de salir a prueba de bombas, Ja!


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola mi Amelie!!
Latragedia griega en la que me debatía ha quedado dirimida ayer (cuando ví a a mi profe de Pilates con aquel moreno primaveral y aquellos biceps asomando). Prefiero guiñarñe el ojo a palmarla tan pronto. Para que me entierren en mi pueblo siempre hay tiempo..¿no?
Para que todo el mundo conozca mi status he de decir que no es un simple profesor de Pilates sino que es un entrenador personal. Vamos, que cuando yo me pongo me pongo..y que no tengo nada que envidiar a Madonna y demás..
Amelie, pasamos una mañana de domingo muy entretenida con aperitivo incluido observando la flora y la fauna de chueca. Tenemos que repetirlo
Un beso enorme,
V.

Anónimo dijo...

Vaya como os lo montáis!!!
No sabía que habías estado malita; bueno, malita, malita...seguro que no. Bicho malo nunca muere!!!!
No sabes como echo de menos esos paseos matutinos, o esas risas a las 10 de la noche... Claro que todo en exceso cansa, y tanto entrenador personal y tanto rulo...no se yo!!!
Bueno, que ya he visto que has entrado en mi blog. Ahora si que estaremos al día tu y yo.
Promesa: tratare de meterme a menudo y actualizar mis cosas, y comentar las tuyas.
Un beso enorme de tu "andalu" preferido...no???