jueves, 29 de julio de 2010

Go, do something!


Mi amiga carambola de croquetas y yo, hemos decidido interponer contra el gobierno sueco una queja formal. Los hechos son muy simples y se basan en una premisa muy básica: Estamos hasta el gorro de lo fantasticos que son los suecos, lo monísimo que les luce todo y las casas de escandalo que tienen. Le comentaba a mi amiga susodicha, que parece mentira aquí en España. Mucho sol, mucha terracita, mucha aceitunita, mucho mediterraneo bla, bla, bla, pero luego a la hora de la verdad, somos una pandilla de renegríos y nuestras casas se caen de peso con los muebles toledanos de madera maciza, donde la mesilla de noche tiene que hacer conjunto absoluto con el cabecero de la cama, y el televisor debe estar convenientemente empotrado en un mueble biblioteca en el salón.

Caspita! Estos suecos si que saben hacer de sus casas algo ligero, casual y para colmo, estiloso. Y encima parece que viven siempre en una eterna primavera, los muy......suecos! Si no os lo creeis, visitad el blog de estas dos familias, por supuesto ideales. Ellas, como no, son diseñadoras o fotografas, los maridos, el no-va-mas- de lo que debe ser un hombre: Atractivo, estiloso, padrazo, amante de los animales y fiel, como solo puede pasar en las fotos de Suecia. Las casas: de escandalo.

Esto hace mucho daño a la gente del Sur, que lo sepan. Así que, como carambola de croquetas y yo, estamos muy sensibilizadas con determinados temas sociales relacionados con la estetica, hemos decicido en pos de la sociedad, remitir nuestro escrito ante el Tribunal Internacional para que pongan fin a esta masacre psicologica que los pobres latinos del Sur llevamos sufriendo desde que las suecas llegaron a España a mediados de los sesenta con los bikinis puestos.

Las medidas cautelares que hemos solicitado son las siguientes: Que los suecos se hagan las fotos en invierno, a cuarenta grados bajo cero que es su habitat natural. Que les quiten IKEA y similares y trasladen para Estocolmo las fabricas de mueble español tradicional. Que eduquen a sus padres, para que inculquen a sus hijos valores tradicionales tales como: "hija, se abogado" o " Hijo, mejor una carrera de auditor o notario", al objeto de que así no salgan tan creativos y casual. Que les realicen las necesarias mutaciones genéticas para que dejen de parecer tan monos así de rubio y altos.

No obstante, para no resultar demasiado exigentes, en acto magnanimo les hemos dejado a ABBA. En la mesura, está el equilibrio.

1 comentario:

Oye, morena dijo...

¡Eso!
Por favor, ¡¡que llevo soñando dos semanas con esa cocina azul!!