miércoles, 24 de junio de 2009

Fu** summertime



Mirad, podréis decir lo que queráis, pero a mi el verano siempre me ha parecido un engorro. No tengo remedio. Yo veo a la gente en la calle que disfruta un montón de esta asfixiante estación. Se despelotan en menos que canta un plis y lucen perneras, brazos y demás, totalmente morenos (¿?!) al primer rayo que afloje. Yo sin embargo me escondo todo lo que puedo. Paseo siempre a la sombra, me tapo mis extremidades y paso poco rato en la calle. Y es mejor que sea así, porque ladro un montón y se me ponen unas malas pulgas terrible en cuanto un rayo de sol incide en mi epidermis desprotegida.  Yo he llegado a pensar que debo tener algo de vampiro. Algo se intuye en mis colmillos que parecen, en un primer vistazo, anchos y ligeramente infantiles por el tamaño, pero si uno se fija con atención son sospechosamente afilados en su vértice inferior. Uhmmmmm....

Por eso me enfado tanto con esta ciudad de Madrid en verano. La tengo castigada con mi indiferencia. Solo consigo conciliarme con ella cuando llega el otoño y el tiempo me permite esconder casi la totalidad de mi cara dentro de un foulard que me recubra el cuello, y plegar mis extremidades bajo un abrigo o gabardina. Entonces ahí si, ahí si que me muevo en mi salsa. El otoño si que es lo mío, tengo un swing que no veas. De hecho creo que en esa época la única que no ladra en todo Madrid soy yo. 

Una solución a esto del calor sería pasarme el día en remojo como el de la foto (en cuanto a tipo podría ser yo misma), pero me sabe mal por el ordenador y los papeles de la oficina porque se pondrían perdidos de agua. También creo que por imagen de mi empresa, no debería celebrar las reuniones en bikini chapoteando en el agua, aunque estoy segura que algún cliente o proveedor no pondría ningún reparo a mi iniciativa. 

Vamos, en definitiva creo que debería pensar en otra opción más practica de aquí al final del verano. Cambiar mi metabolismo a la noche? instalarme una sombrilla en la espalda? Y un aire acondicionado de peineta? Mudarme definitivamente a Helsinki?

Tanta tribulación me va a matar, si no acaba conmigo antes un golpe de calor. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente Amelie en esto no coincidimos. Ya sabes que lo mío es el verano, aunq reconozco que en Madrid es un poco duro. Creo que la animadversión que te produce este periodo estival seguramente procede de algún trauma infantil, como diría algun terapeuta argentino. Haz memoria e intenta recordar si te sentías abandonada en esta epoca o te compró tu madre un biquini demasiado grande y se cayó al pasarte a la piscina o te picaron varios mosquitos al dormir apaciblemente por la noche..Como solución al trauma yo te recomiendo que te destapes adquiriendo en las rebajas algun vestidito mono, que disfrutes de los helados (lights), de las terrazas, de las noches de verano con luna incluida y lo mejor..de las VACACIONES, las cuales suelen ser en esta época estival.
Un beso:
V.

Dori´s place dijo...

Estimada cacahueta, he probado todas esas terapias año tras año y no hay forma. Lo mio es el otoño. para mas inri, ayer por la tarde fui a comprar algo que ponerme para la boda que tengo el proximo sabado y no te digo mas que acabé con un foulard en la mano y sin vestido...No tengo remedio..