Cuando era muy jovencita mi padre me dió dos consejos, uno sobre los hombres, que por discrección no comentaré en este blog, y otro sobre los trabajos. MI padre era un hombre de consejos un poco excéntricos, como he podido comprobar con el tiempo, y logicamente, el consejo que me dió sobre los trabajos no podría ser menos.
En su momento, me sugirió que cuando tuviera un trabajo, "moviera muchos papeles y que todos llevaran mi sello personal". En aquella época no lo entendí muy bien, no se si era por el pavo que tenía o porque el consejo era difícil de marras de entender. Ahora que soy mas mayor, y el pavo se me ha rebajado, creo entender por donde van los tiros. Creo que viene a decir, que debo dejar mi impronta en los papeles que manejo profesionalmente.
Como yo en esas cosas soy muy obediente, hete aquí que he encontrado los archivadores perfectos que reflejen nada menos que mi impronta personal, en esto de los papeles diseminados por mi despacho. Diría aún más, creo que reflejan exactamente, con una precisión suiza lo que estoy pensado de muchos de mis papeles. Cuestión que puede llegar a ser peligrosa no?
Lo bueno: Que me evita darle explicaciones a las personas que trabajan en mi equipo. Con que vean lo que está escrito en la portada, ya saben donde deben archivarlo ;)
Dios mío, no se me puede dejar suelta mucho tiempo.
Dios mío, no se me puede dejar suelta mucho tiempo.
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