A veces, mis amigas y yo nos preguntamos si esta curiosidad que tenemos por muchas cosas nos puede servir para modelar nuestros futuros. Yo no tengo la respuesta cierta, y mucho menos dedicandome a la profesión a la que me dedico, tan encasillada y especializada.
Por ejemplo, no puedo predecir si mi curiosidad por aprender italiano, me llevará a un cambio tipo "punto de inflexión vital". ¿Aprender este idioma me llevará a disfrutar en un futuro, de una pequeña casa en la Toscana, con luz mediterránea entrando veladamente por la cocina? Sinceramente, no lo creo. Lo único que sé, es que conocer esta lengua, me ha llevado hacía otras personas, que no hubiera conocido de otro modo. No creo que este detalle sea un punto de inflexión vital, pero si creo firmemente que son pequeñas bifurcaciones- hechas de ladrillos de color amarillo- hacía otras partes de mi historia personal.
Por eso, y con los tiempos que corren, solo le digo a mis amigas, que sigan siendo curiosas, qué la curiosidad flexibiliza la imaginación, y que la imaginación puede que nos lleve, no sé si a donde queremos, pero si al menos donde nunca pensamos que acabaríamos. Y yo creo, que eso para empezar, es más de lo que tenemos ahora.
Así que cuando Mdme Picapino me dice de hacer algún cursillo de edición fotografica, mi amiga Natalia me propone aprender la técnica lomográfica, mi querida Barbarella, me comenta su intención de abordar el inglés de nuevo, o la misteriosa Lolailo insiste en aprender historia del arte. Yo les digo a todas que si: una y mil veces.
Porque esta curiosidad que tenemos, es lo que nos convierte en lo que somos: Apasionadas e infinitas. Y ya veremos luego, a donde esta curiosidad nos lleva.