Esta semana tan proclive al análisis de los liderazgos, he leído un artículo sobre el René Redzepi, dueño del restaurante Noma en Dinamarca, clasificado como el restaurante nº 1 del mundo.
No es que tenga un especial interés en conocer sobre los mejores restaurantes del mundo, lo que me interesa más, son las personas y como han llegado a ser, aquello que buscaban ser. Si además está unido al contexto grastronómico, pues mejor. Contextualizarme, me gusta un montón y aquí el escenario me lo ponían fácil.
Lo que más me ha llamado la atención del artículo es la situación que encontró cuando se le encomendó dirigir el Noma, como los primeros años fueron un fracaso, y como posteriormente, empujado por sus propias inseguridades y un tesón a fuerza de tsunamis, pudo ver, desde el escenario inicial del cúal partía, lo que verdaderamente necesitaba para hacer triunfar su proyecto. Me gusta, porque a diferencia de otros ejemplos, no partió con una idea clara, tuvo que buscarla y estaba asustado. A veces el miedo, también es una fuerza altamente creadora, y este tipo de cualidades en determinados líderes me llaman mucho la atención.
Posiblemente René, a pesar de que sea ahora su momento, siga eternamente asustado. Pero posiblemente este pequeño contratiempo de su personalidad, lo mantenga siempre en ebullición y lo empuje siempre hacía adelante. Y de eso se trata, no?